La restauración del prepucio es un proceso en el que se reconstruye el prepucio de un hombre circuncidado a partir del estiramiento de la piel del tronco del pene, lo cual induce la mitosis de los tejidos provocando la multiplicación de las células y así lograr cubrir en su totalidad al glande. Los tejidos que se forman a partir de la mitosis y que cubren al glande, simulan la acción deslizante del prepucio original, protegen la cabeza del pene evitando la abrasión causada por la ropa y remedia la desqueratinización, es decir, permite que el glande sane de la abrasión y recupere su estado natural.
Estados Unidos es uno de los países donde la circuncisión se realiza más por usos y costumbres, por religión (dentro de la comunidad Judía) o simplemente por ignorancia. Lamentablemente en México se tiene la mala cultura de imitar lo que hacen los países del primer mundo como nuestros vecinos del norte y entre esas imitaciones también figura la circuncisión de los infantes sin tener idea de que están mutilando a sus hijos. A veces se intenta justificar que la circuncisión va más apegada a las creencias religiosas, para evitar la masturbación o para reducir el riesgo de contagio por VIH u otras infecciones, entre otras, y esto ha provocado que muchos hombres circuncidados crezcan creyendo tener un pene normal, cuando la realidad es muy diferente.
El día que yo descubrí que mi pene era diferente al de otros hombres, me di cuenta que algo andaba mal; pero cuando descubrí que podía recuperar mi prepucio, quise crear este sitio web para que otros hombres mexicanos también tuvieran la oportunidad de hacerlo.
El sexo siempre será más placentero, más cómodo y menos doloroso cuando se tiene un prepucio involucrado (y con esto me refiero tanto a hombres y mujeres, ya sean homosexuales como heterosexuales). Primero porque el prepucio mantiene protegido al glande manteniéndolo más sensible. En segundo lugar, el prepucio ofrece una función «deslizante» de tal forma que el vaivén (o más coloquialmente: el «mete-saca») de la penetración, protege al glande de la fricción que pueda sufrir contra las paredes vaginales o anales, es decir que durante la penetración, el pene solamente se desliza contra su misma piel en vez de estar en contacto directo con la pareja.
Un estudio demuestra que las mujeres que han tenido problemas sexuales con sus parejas se relacionan con el hecho de que el hombre tenga un pene circuncidado, pues esto les provoca demasiada irritación e incluso sangrado por el exceso de fricción, y no es mentira, pues yo lo vivo constantemente con mi pareja. Uno de los objetivos de la restauración del prepucio es precisamente evitar lastimar a nuestras parejas al momento de tener sexo, disminuir el uso de lubricantes, facilitar la masturbación e incrementar la sensibilidad del glande a partir de la desqueratinización.
En este video se explican las funciones del prepucio y cómo afecta su ausencia al glande (en inglés pero se pueden activar los subtítulos en español).
La mala noticia es que la restauración del prepucio no nos devuelve todas las terminaciones sensoriales que fueron mutiladas durante la circuncisión y que se encontraban en la piel interna, en el frenillo y en el anillo prepucial, el cual posee una alta concentración de corpúsculos de Meissner, es decir, terminaciones nerviosas altamente sensibles y que son consideradas zonas erógenas. La buena noticia es que también sobran algunas de estas terminaciones en las porciones de frenillo y piel interna remanente que sobreviven a la circuncisión, así como en la corona del glande.
Una de las ventajas de la restauración del prepucio es que la mayor parte de sus funciones se recuperan, así como los beneficios que describo en este artículo.
¿Cómo se realiza la restauración del prepucio?
La restauración del prepucio, como ya se mencionó anteriormente, requiere de la generación de piel nueva. Nuestro organismo es capaz de generar piel nueva si se le estimula de manera constante y adecuadamente para hacerlo. Esto es una práctica bastante común conocida como expansión de tejidos y funciona de la misma manera que las expansiones de los lóbulos de las orejas (izquierda), en las que a partir de incrementos en la tensión de la piel se generan nuevos tejidos a partir de la mitosis. También es posible restaurar el prepucio a partir de cirugía plástica, la cual consiste en extraer piel del escroto e insertarla en la punta del pene rodeando al glande; sin embargo, este procedimiento es bastante costoso y no garantiza alcanzar los mismos resultados que ofrece la restauración del prepucio sin cirugía.
A diferencia de las expansiones de oreja, en la restauración del prepucio se aplica tensión en dirección paralela al tronco del pene, sobre la piel que antecede a la corona del glande. Existen varios métodos para lograr esto: manualmente o con dispositivos; sin embargo, los métodos manuales son los más efectivos porque puedes enfocarlos a las porciones de piel que te interesen aumentar, además de que al hacerse con tus propias manos, no es necesario invertir ni un solo peso, pero si consumen mucho tiempo. Por otro lado, el empleo de dispositivos, implican un gasto pero ofrecen la facilidad de llevarlos puestos todo el día de manera discreta debajo de la ropa y manteniendo tensa tu piel por lapsos de hasta 8 horas continuas, mientras que con los métodos manuales solamente mientras estás en el baño, bañándote o en cama. Los métodos manuales y los dispositivos más comunes se describen en sus correspondientes publicaciones.
Ya para finalizar, cabe aclarar que el tiempo que tarda una restauración del prepucio dependerá de 3 factores muy importantes: de qué tan ajustada fue la circuncisión, de la meta que deseas alcanzar y del tiempo que le dediques a tus sesiones de restauración. Existe un Índice de Cobertura que consiste de una escala del 1 al 10 (donde 1 es ciruncidado ajustado y 10 es completamente cubierto) que permite identificar en qué etapa de restauración nos encontramos y hacia cuál etapa queremos llegar. La mayoría de los hombres circuncidados comienzan en la etapa 1 o 2 y buscan alcanzar la etapa 7 u 8. No necesariamente se debe llegar al 10, es cuestión de gustos.
Típicamente, la restauración del prepucio es un proceso que puede llevar desde 12 meses hasta 6 o 7 años, especialmente si lo que se desea es alcanzar cobertura incluso durante una erección. Afortunadamente, los beneficios se hacen notar desde los primeros meses de restauración.
Una vez que se tiene claro lo que es la restauración del prepucio, se preguntarán ¿cómo empiezo?, pues eso se los explicamos en la siguiente publicación. Si tienen alguna duda, déjenla en los comentarios o contáctenme por Twitter @restaurandomemx… con gusto respondo sus preguntas.
Si te gustó este artículo, invítame un café para poder seguir generando contenidos como este. Puedes hacerlo mediante una donación simbólica al presionar el siguiente botón:
¿Ya formas parte del Boletín de Restauradores?
Sé de los primeros en enterarte de las últimas noticias de Restaurándome por correo electrónico.
Discussion about this post