Hola restauradores, bienvenidos a esta nueva publicación de Restaurandome.info. En esta ocasión quiero tocar un tema que no está completamente relacionado con la restauración del prepucio, pero que sí es de gran importancia para muchos hombres que están considerando hacerse la circuncisión. Señores, estoy hablando de la fimosis y la parafimosis, un padecimiento que muchos hombres intactos tienen y que por ignorancia ante las alternativas deciden hacerse la circuncisión. Grave error, pues afortunadamente existen ejercicios y técnicas manuales similares a los métodos manuales de restauración del prepucio que permiten solucionar este padecimiento sin tener que optar por la cirugía.
Antes que nada, vayamos a lo básico ¿Qué es la fimosis?
Y antes de que piensen otra cosa: No, no es una enfermedad. De acuerdo con la Wikipedia, la fimosis se define como una condición del pene donde el prepucio no puede ser totalmente retraído sobre el glande durante una erección. Si sientes dolor al intentar exponer tu glande durante una erección o durante las relaciones sexuales, entonces posiblemente tienes un caso de fimosis.
Antes de continuar debes saber que la fimosis no es una enfermedad y que muchos hombres la tienen. En muchos casos la fimosis ocurre debido a que el prepucio no se retrajo apropiadamente para descubrir la cabeza del pene a lo largo de la niñez y la adolescencia, ya fuera por ignorancia, tabú o falta de higiene, lo que provocó que este no se acostumbrara a estirarse adecuadamente. De acuerdo con este estudio, la fimosis puede ser detectada a partir de los 15 años de edad, pues a esta edad ya se ha terminado de desarrollar el pene por completo; sin embargo, también se comenta que el 50% de los niños mayores de 10 años ya deberían de ser capaces de retraer su prepucio por completo.
La imagen que les presento a continuación ejemplifica el desplazamiento normal que debería de tener el prepucio en un pene sin fimosis: deberías de ser capaz de retraer el prepucio en su totalidad con suavidad hasta dejar completamente descubierto al glande y que después el mismo regrese a cubrirlo por completo; todo esto sin dolor ni forzando la piel del pene.
Si sientes dolor en el proceso, solamente puedes retraerlo parcialmente o nada, entonces es posible que tengas un caso de fimosis y te recomiendo seguir leyendo…
Existen 5 tipos de fimosis… ¿Cuál tienes tú?
En el mismo estudio que les comentaba, hicieron una clasificación de 5 tipos de fimosis, los cuales les explico a continuación:
Es el primer tipo y en él puedes retraer el prepucio completamente pero se queda atorado detrás de la corona y no regresa automáticamente a cubrir el glande. Este es el caso menos grave pero que igual puede causar dolor o molestia durante las erecciones.
Lo puedes retraer un poco, pero no cabrá alrededor de la corona (la parte más ancha del glande). Puede ser doloroso tener relaciones, pero el uso de un preservativo puede ayudar.
Puedes retraerlo un poco y sólo se alcanza a ver la punta del pene y el meato (el orificio por donde sale la orina).
Solo se aprecia un orificio a través del cual puedes ver hacia adentro, pero no te es posible asomar el glande. Orinar es complicado.
Ningún tipo de retracción es posible. Solo se aprecia el orificio y cuando lo estiras la apertura no se expande.
¿Cómo remediar la fimosis?
Existen 3 posibles soluciones para la fimosis: ejercicios por medio de estiramientos, la cirugía plástica y la circuncisión. Pero dado que los objetivos de este blog y de esta publicación en especial es la de evitar la circuncisión a toda costa (aquí te explicamos ¿por qué?), entonces les platicaré acerca de los ejercicios para remediar la fimosis… A menos claro, de que prefieran pagar por una prepucioplastia.
También cabe aclarar que uno de los requisitos para poder llevar a cabo estos ejercicios es que seas capaz de insertar uno o dos dedos a través del orificio de tu prepucio. Es decir, que estos ejercicios son recomendados para los tipos de fimosis 1 a 4. Para aquellos que tengan tipo 5, puede ser más complicado y tendrías que hacerlo con mayor delicadeza para evitar un desgarre prepucial que irremediablemente te lleve a la circuncisión; es por ello, que los resultados en este tipo de fimosis pueden verse mucho más lentos que en los demás casos.
¿Cómo sabré cuando haya terminado? Deberías de ser capaz de retraer el prepucio en un estado erecto o flácido, como se mostró en la imagen animada de arriba. Cuando llegues a este punto ya estarás bien. Es completamente normal que el prepucio ofrezca una ligera resistencia en la retracción o que no se retraiga por si solo en un estado erecto.
¿Cómo se realizan los estiramientos?
Si ya han tenido oportunidad de leer acerca de los métodos manuales de restauración del prepucio, déjenme comentarles que el mismo creador de algunos de estos métodos también diseñó un estiramiento especialmente para la fimosis el cual bautizó como el «método 8» (considerando que los primeros 7 son para la restauración del prepucio) y consiste en insertar los dedos como se muestra en la siguiente figura:
Estira de manera suave, consistente y sin provocar dolor, en sentido horizontal, durante 30 a 60 segundos, o el tiempo que aguantes. Una vez transcurrido ese tiempo, suelta, descansa durante 10 segundos y vuelve a empezar. Repite durante 10 a 20 minutos. Una vez transcurridos esos 10 a 20 minutos, se considera terminada la rutina. Haz esta rutina de 2 a 3 veces al día o las veces que se te ajusten a tu horario.
Si no te es posible introducir los dedos, tienes estas 3 alternativas:
- Alternativa #1: Si la apertura es lo suficientemente ancha pero tienes el frenillo corto, estira de esta manera y complementa tus rutinas cuando orines, manteniendo el estiramiento durante 1 minuto. También puedes hacer movimientos similares a los que se muestran en la siguiente imagen, solo cuida en no estirar demasiado o evita el dolor.
- Alternativa #2: Si no te es posible introducir los dedos, intenta agarrar los bordes y estirar desde ese punto.
- Alternativa #3: Inserta uno de tus dedos a través del orificio prepucio y haz movimientos similares a los que se muestran en la imagen de arriba. Utiliza un poco de crema o lubricante en los dedos para evitar irritación en el glande.
¿En qué parte debería de enfocar el estiramiento?
Enfócate en la parte del prepucio más ajustada. Para que los estiramientos funcionen deberás de encontrar la manera de estirar desde adentro el anillo o esfínter prepucial en las dos direcciones. Puedes hacer esto con los dedos.
Los estiramientos nunca te deberían de doler. Dolor, ardor al orinar, mal olor, o pequeños cortes son síntomas de una infección por hongos. Es importante que tengas primero la piel limpia y sana, de lo contrario, los estiramientos no te ayudarán.
¿Algún producto para complementar los ejercicios?
Aunque no es necesario, puedes comprar crema de betametasona para ayudar a acelerar el proceso. Aplica una pequeña gota de la crema dos veces al día en el interior del anillo prepucial después de estirar. Esto hará que tu piel produzca menos colágeno, por lo que es más probable que permanezca estirado a lo largo de todo el día. Procura de que la crema no toque el glande, puede que resulte inevitable (pero hazlo lo mejor que puedas).
Ahora, mucha paciencia…
Debes saber que los ejercicios que te presento requieren de cierta disciplina y constancia, además de que deberás saber que no verás resultados de la noche a la mañana. ¿Cuánto tiempo me va a tomar? Eso depende de cuánto tiempo le dediques a los estiramientos: si estiras varias veces al día, podrás ver resultados en las primeras 3 semanas. Pero dependiendo de la gravedad, los resultados pueden tardar hasta algunos meses o incluso años.
También es importante darle un descanso a tu prepucio. Si estas estirando con demasiada frecuencia, tómate un día de descanso antes de reanudar. Estirar con demasiada intensidad puede inflamar la piel, en este caso es necesario que te tomes unos días de descanso hasta que la inflamación disminuya.
¡No te hagas la circuncisión!
Si no notas progreso después de un tiempo de estar realizando estos estiramientos, aún existe otra alternativa quirúrgica que no es la circuncisión: la prepucioplastia. Recuerda que la circuncisión es una forma de mutilación genital que carece de fundamentos médicos, además de que es una práctica arcaica. Mejor platica con tu urólogo acerca de la prepucioplastia y evita a toda costa que te mutilen el pene.
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